A lo largo de mi carrera, he dedicado mi vida profesional a la educación en dermofarmacia, formulación y ciencias farmacéuticas. He colaborado estrechamente con importantes casas farmacéuticas y cosméticas a nivel mundial, como DSM, Givaudan, BASF, Grant Industries, entre otras. Mi formación se ha llevado a cabo en distintos países, incluyendo España, Estados Unidos, Argentina y Brasil. Obtuve un doble grado en Dermocosmética aplicada a la oficina de Farmacia y completé mi maestría en Dermocosmética Farmacéutica en la Universidad de Barcelona.
Los farmacéuticos especialistas en dermofarmacia ofrecemos atención a pacientes con condiciones dermatológicas básicas, brindando apoyo en el diagnóstico, tratamiento y en casos necesarios, derivando al profesional dermatólogo. Como el primer contacto del paciente con la salud, el farmacéutico tiene la responsabilidad de proporcionar la atención y calidez necesarias.
El profesional farmacéutico puede contribuir elaborando una rutina de cuidado de la piel tanto general como específico en patologías como la rosácea, acné, hiperpigmentación, dermatitis y alopecia, siempre y cuando estas patologías puedan ser tratadas con productos de venta libre (OTC). La dermofarmacia se convierte así en un complemento valioso al tratamiento dermatológico.